jueves, 22 de noviembre de 2012

SEXUALIDAD EN EMBARAZO Y PUERPERIO





Creo que la sexualidad durante el embarazo, es uno de los temas más olvidados por el personal sanitario en su relación con la embarazada. Lo que da lugar a una información imprecisa que puede ser mal interpretada, llegando a provocar períodos de abstinencia por temor a dañar al bebé, provocar partos prematuros...
En este texto lo que pretendemos es abarcar a grosso modo la respuesta sexual durante la gestación y puerperio.
Es sabido que durante la gestación se producen cambios anatómicos, fisiológicos, psicológicos que pueden alterar la vida sexual de la pareja.


A grandes rasgos algunas características comunes serían las siguientes:
  • Primer trimestre
Parece coincidente entre los diversos autores que durante el primer trimestre hay una disminución de la actividad y deseo sexual por parte de la gestante. Esto puede ser debido, a que es una etapa de adaptación a los cambios que suceden durante el embarazo( náuseas, vómitos, cansancio...) y aceptar el nuevo rol de padres. Además, se producen grandes cambios hormonales de forma rápida que conllevan un estado de labilidad emocional que hace que las futuras mamás demanden mayor atención y afecto por parte de su pareja.
  • Segundo trimestre
Muchas mujeres manifiestan que el deseo sexual ha aumentado. Existe un mayor bienestar ya que han disminuido o desaparecido las molestias físicas y la pareja se ha adaptado al embarazo, desapareciendo muchos temores iniciales.
  • Tercer trimestre
Se produce un descenso del deseo y actividad sexual provocado muchas veces por temor a desencadenar el parto.
La excitación se reduce progresivamente a medida que progresa el embarazo, debido a una disminución de las sensaciones placenteras provocadas por las congestiones de vagina , vulva como consecuencia del aumento del tamaño del feto y su encajamiento para el parto.
A pesar de eso, aumentan las necesidades de mimos, caricias, cuidados al sentirse más inseguras y frágiles.
  • Puerperio
Esta etapa se produce uan disminución de hormonas sexuales y un aumento de prolactina que generalmente influye de manera negativa en deseo sexual de la mujer.
La respuesta sexual se va recuperando progresivamente y se empiezan a reanudar las relaciones coitales.
La mujer con lactancia materna tiene peor respuesta sexual que la que no lacta, lo mismo ocurre en mujeres con cesáreas, mientras que en primíparas y mujeres que han realizado preparación al parto la respuesta y actividad sexual se restablecen antes.
En las parejas que han tenido problemas de esterilidad estas disfunciones sexuales también son más frecuentes, debido a coitos programados con fines reproductivos.
Durante esta etapa el varón también puede sufrir cambios en su sexualidad como: deseo sexual inhibido, dificultad de erección, eyaculación precoz...

 Para finalizar decir que se pueden mantener relaciones sexuales en el embarazo, salvo en las siguientes excepciones:
  • Antecedentes de abortos espontáneos repetidos
  • Sangrado activo a través de vagina durante el embarazo
  • Amenaza de aborto o aborto en evolución
  • Inserción baja de placenta
  • Actividad uterina precoz, amenaza de parto prematuro
Recordar que la sexualidad no es solo genitalidad, en una relación sexual interviene todo el cuerpo y cuando una pareja desea compartir sentimientos de intimidad, amor y sexo lo puede hacer sin obligatoriedad del coito( caricias, masajes).




Fuente: La sexualidad en el embarazo y puerperio( Francisca Molero Rodríguez, directora del Institut de sexología de Barcelona)

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